Reseña de manga: Tokyo Ghoul (tomo 2)

Título: Tokyo Ghoul

Tomo: 2 de 14

Autora: Sui Ishida

Editorial: Panini Manga

*Gracias a Panini por el manga*

Género: Horror, drama, misterio, sobrenatural, policial, suspenso

Sinopsis:

Kaneki se acerca a gente misteriosa después de que le trasplantaron órganos de un ghoul. En medio de tantos problemas, el joven decide trabajar en Anteiku. De pronto, aparece un investigador de ghouls que es llamado “paloma” y destruye parte del orden que prevalecía en el Distrito 20 y, después de un triste acontecimiento, Kaneki decide aprender más acerca de cómo ser un ghoul

Después de que accidentalmente le trasplantaran órganos de ghoul, Kaneki ahora tiene que acostumbrarse a su nueva vida y aprender a ocultarse entre los humanos para que jamás sepan su secreto.

Pero aceptar su nueva condición no es fácil y menos cuando para sobrevivir tiene que matar. Kaneki se niega a comer carne humana y sigue pensando que las costumbres de los ghouls son bárbaras, pero conforme vaya conociendo más la vida de los ghouls y a los mismos ghouls su forma de ver irán cambiando poco a poco y más cuando descubre la existencia de las “palomas” que son investigadores anti-ghoul que dedican su vida a cazar a estos seres.

La lucha entre humanos y ghouls queda más evidente en este segundo tomo al conocer al grupo anti-ghouls. Por ahora sólo nos muestran muy por encimita que es lo que ocurre en esta organización pero espero en los tomos siguientes podamos conocer más lo que hacen y a los personajes que la conforman. 

También en este tomo conocemos algunos personajes nuevos, como por ejemplo Uta, un ghoul lleno

de perforaciones y tatuajes que es el encargado de hacer las máscaras que los ghoul usan para proteger su identidad.
También está Yomo, un ghoul que no tiene ningún problema para matar y alimentarse pero aun así ayuda a todos en la cafetería Anteiku para conseguir alimento para los ghouls que no pueden cazar por sí mismos.
Está ayuda consiste en conseguir humanos suicidas para que los ghouls se alimente. Y esto fue algo que me gustó mucho ya que el dilema de Kaneki de comer carne humana sigue, ¿pero qué pasa cuando él no mato a la persona, sino que esta se suicidó? Aquí el autor nos plantea otra encrucijada psicologíca con la que el protagonista tendrá que aprender a lidiar.