Reseña: La policía de la memoria de Yoko Ogawa

Título: La policía de la memoria 
Título original: Hisoyaka na kessho
Saga: Autoconclusivo
Autora: Yoko Ogawa
Editorial: TusQuets
Número de páginas: 392
Precio: $398.00

~Gracias a Editorial Planeta México por el libro.
En una pequeña isla se produce un misterioso fenómeno. Un día desaparecen los pájaros, al siguiente podría desaparecer cualquier cosa: los peces, los árboles... Peor aún, también se desvanecerá la memoria de ellos, al igual que las emociones y sensaciones que llevaban asociadas. Nadie sabrá ni recordará entonces qué eran. Hay incluso una policía dedicada a perseguir a los que conservan la capacidad de recordar lo que ya no existe. En esa isla vive una joven escritora que, tras la muerte de su madre, intenta escribir una novela mientras trata de proteger a su editor, que está en peligro porque forma parte de los pocos que recuerdan. La ayudará un anciano al que empiezan a fallarle las fuerzas. Mientras, lentamente, nuestra protagonista va dando forma a su novela: es el relato de una mecanógrafa cuyo jefe acaba reteniéndola contra su voluntad en un altillo. Una obra sobre el poder de la memoria y sobre la pérdida.


Imaginen una isla en donde las cosas van desapareciendo de manera aleatoria, cosas que poco a poco se irán borrando de la memoria de los habitantes hasta que no exista recuerdo alguno de dicha cosa. En esta isla vive nuestra protagonista, una escritora que arriesgará su vida al ir contra la policía de la memoria para salvar a su editor, dado que este es uno de los pocos humanos que conserva sus recuerdos.
"¿Cómo se las arregla la policía de la memoria para distinguir a este tipo de personas? Ya sabe, me refiero a aquellos cuyos recuerdos no desaparecen. Que yo sepa no, no comparten ninguna característica física que permita distinguirlos, así como no existe correspondencia entre la edad, el sexo o el linaje. ¿No les bastaría con llevar una vida normal, rodeados de gente corriente, para pasar desapercibidos? Con limitarse a simular que la desaparición también ha tenido efecto en ellos les bastaría. No me parece que sea especialmente difícil".
Sin duda escribir esta reseña ha representado todo un desafío para mí ya que al inicio estaba tan fascinada por el libro que solo quería hablarles de los paralelismos que encontré en la historia con los hechos que muchos tuvieron que vivir gracias al régimen Nazi, y es que esta historia se desarrolla en una pequeña isla que vive bajo un régimen político tan estricto que decide lo que la gente debe recordar y lo que no debe, pero sobre todo se encargaran de cazar con todos sus recursos aquellos pocos que logran recordar, es por ello que los pocos que aún conservan sus memorias deciden huir, mientras que otros deciden esconderse en donde puedan, tal cual es el caso del editor de nuestra protagonista, quien pasa de tener una vida plena a vivir confinado en un pequeño escondite mientras intenta sobrellevar su nueva realidad a través de los escritos de la protagonista. ¿Les suena de algo esto? Pues a lo largo de este libro me fue inevitable notar todas aquellas criticas que la autora lanzó, criticas para nada disimuladas que pegan fuerte y directo aquel régimen que obligó a muchos a vivir con miedo día con día. 
Pero la critica de la autora no solo va para los alemanes, ya que recordemos que Japón también tuvo lo suyo por allá de la segunda Guerra Mundial cuando el país nipón al perder la batalla decidió “olvidar” muchos de los crímenes que cometieron. Sin ir mas lejos hace unos meses se estuvo hablando mucho sobre las mujeres coreanas que buscaban que Japón aceptara los crímenes que cometieron en su contra, cuando muchas de ellas fueron sustraídas de su país para ser esclavas sexuales, ya que por años Japón “olvidó” este crimen. Pero este es solo un ejemplo de las muchas atrocidades que los japoneses realizaron en los países asiáticos, crímenes por los cuales Japón tuvo que pagar, pero por los cuales aún hoy en día el país se niega aceptar la culpa del todo. De hecho, muchos de los textos que vinieron después de perder la guerra fueron escritos para engrandecer a su país y victimizarlos bajo el yugo de los americanos, textos donde claramente se omitieron algunos de los peores crímenes que el país cometió, hasta que en el 2000 se lanzó un nuevo texto de historia donde se contaba una historia más verídica, que desde luego fue rechazada por todos en el país (pero esa ya es otra historia, claro). Así que evidentemente la critica de la autora también va para su propio país.
"Donde se queman libros se terminan quemando también personas".
El otro gran punto fuerte de esta historia es la prosa sutil, elegante y aguda en la que está escrita. Puede que al inicio el libro parezca lento y hasta algo tedioso, pero en mi opinión es ahí mismo donde radica su encanto, ya que esta narrativa tan poética es característica de la literatura japonesa, donde cada fragmento de texto por muy lento que nos parezca nutre la historia
, y al final es inevitable que uno como lector hasta llegue a sentir esa angustia claustrofóbica, que pese a la incomodidad que se siente uno simplemente va a querer seguir leyendo hasta llegar a la última palabra.
"Jamás poseeremos por completo nuestra memoria, nunca seremos dueños de ella. La memoria siempre será capaz de liberarse de nuestro férreo puño, que intenta agarrarle y detenerla. Tampoco nos ofrecerá una prueba o evidencia de en qué consiste exactamente, qué guarda o qué forma tiene".
Así que mi gente, si lo que están buscando es una historia que les ponga los pelos de punta, pero al mismo tiempo los enamore con su elegante prosa, este sin duda es su libro, un libro que jamás saldrá de su memoria.

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