El término romance (del inglés, romance) o román (del francés roman) suele utilizarse, en la actual teoría de la literatura, para hacer referencia a un relato extenso de ficción, normalmente en prosa, que se diferencia de la novela porque presenta un mundo imaginario en el que los personajes y situaciones pertenecen a la esfera de lo maravilloso y lo insólito. En francés e inglés, su origen se encuentra en ciertas obras en verso de la literatura francesa que llevaron el título de "roman", como el Roman de la Rose o el Roman de Troie, pero luego se extendió su uso a obras en prosa, generalmente de tema caballeresco.
Uno de los principales defensores de la adopción de este anglicismo para designar a este tipo de ficciones que no pueden ser propiamente denominadas novelas es Fernando Gómez Redondo, quien establece cuatro tipos diferentes de romance en prosa:
Todos estos romances tienen en común su carácter idealista, en contraposición con el realismo que caracterizaría a la novela propiamente dicha.
Uno de los principales defensores de la adopción de este anglicismo para designar a este tipo de ficciones que no pueden ser propiamente denominadas novelas es Fernando Gómez Redondo, quien establece cuatro tipos diferentes de romance en prosa:
* Romances de materia historiográfica.
* Romances de materia caballeresca.
* Romances de materia literaria.
* Romances de materia sentimental.
Todos estos romances tienen en común su carácter idealista, en contraposición con el realismo que caracterizaría a la novela propiamente dicha.
Suena interesante la descripción, aunque lo de que los personajes y situaciones son maravillosos e insólitos me suena demasiado general.
ResponderEliminarQue es idealista claro que lo entiendo...
Saludos!!!