Reseña de manga: InuYasha (tomo 10)

Título: InuYasha
Título original: Sengoku Otogizōshi InuYasha
Autora: Rumiko Takahashi
Tomo: 10 de 30 (Reseñas de los tomos anteriores)
Publicación: Mensual
Editorial: Panini Manga
Precio: $129.00
Género: Acción, aventura
Demografía: Shōnen

~Gracias a Panini por el manga.

Inuyasha y Koga se encuentran en problemas ante las dos extensiones de Naraku contra las que ahora se enfrentan, pero al verse Kagome en peligro, la Tessaiga responde a los deseos del hanyo, a la vez que un movimiento por parte Sango y Miroku hacen posible la victoria. Tras el combate, Koga provoca nuevamente a Inuyasha y luego de una discusión, Kagome vuelve a su propia época. Durante su supuesta ausencia, Naraku intenta matar a Kikyo, pues ya casi tiene completa la Shikon no Tama, pero el corazón de Onigumo continúa dentro del malévolo yokai y aunque este no quiera reconocerlo, todavía conserva los sentimientos que desarrolló el bandido hacia Kikyo. Inuyasha no puede abandonarla y Kagome es testigo de su determinación. Ahora Inuyasha no puede pedirle que continúe a su lado. Ha decidido despedirse para siempre de Kagome.

Hace años la sacerdotisa Kikyo cuidó en una cueva a un bandido llamado Onigumo. Un bandido que debió haber muerto por las numerosas heridas que poseída. Pero los poderes de sanación de Kikyo son tan poderosos que lo mantuvo con vida, o con toda la vida que se podía permitir con un cuerpo tan dañado que le era imposible moverse.

Onigumo desarrolló fuertes sentimientos por la sacerdotisa y sabía que su única oportunidad de poseerla era si su cuerpo débil lograba recuperarse, por ello ofreció libremente su destrozado cuerpo y alma a montones yokai para que lo devoraran.

Pero Onigumo no murió, sino que se transformó en un ser llamado Naraku. Un ser hecho de la mezcla de varios yokai pero con un corazón y alma humana que le impiden ser un Yokai por completo.

Kikyo tú me dijiste que mi vida es tuya. ¡Entonces tu vida es mía!

Debo decirles que este décimo tomo me ha hecho gritar como loca porque Takahashi nos ha dado muchísima información valiosa. Primero que todo, descubrimos que Naruko tiene aún el corazón del bandido Onigumo dentro de él y que pese a su transformación, este corazón sigue poseyendo fuertes sentimientos por Kikyo, así que aunque Naraku quiera eliminar a la sacerdotisa, esto le es imposible pues su corazón aún la desea.

También conoceremos los verdaderos sentimientos de Inuyasha y Kagome *inserte aquí grito de fangirl*. Cuando Naruko descubre lo que siente por Kikyo elabora un plan para matarla pero Inuyasha llega a su rescate y aquí es cuando se da cuenta que sigue amando a Kikyo tanto como la primera vez y ya que ella murió para seguirlo en la otra vida, él también está dispuesto hacer el viaje por ella. Pero también está Kagome, quién al fin comprende la inmensidad de los sentimientos que unen a la sacerdotisa y al hanyo y aunque ella por fin comprende que está enamorada de él, jamás podría comparar lo que Kikyo siente por él. Aún con ello decide que permanecerá a su lado porque para ella lo más importante es verlo *suspiros*.

Dejando de lado lo romántico, en el tomo pasado les conté que la espada de Inuyasha se quebró y que al parecer dentro de ella había algo que contenía la sangre yokai de Inuyasha y en este tomo descubrimos porque su padre hizo tal cosa y es que su sangre de demonio es tan poderosa que el cuerpo mitad humano de Inuyasha no es capaz de resistir. Es por ello que al no contar ahora con el sello Inuyasha corre el riesgo de transformarse y con cada transformación va ir perdiendo raciocinio hasta que no sea más que un mero cuerpo vacío movido únicamente por la sangre de demonio que corre por él.

Es justo con una de estas transformaciones que el tomo llega a su Sesshomaru dispuesto acabarlo y claro, el tomo justo llega a su final y no sólo pude gritar aún más.