Estaré esperando en Red Hill... (Reseña)

Título: Red Hill
Saga: Libro único
Autor: Jamie McGuire
Editorial: Umbriel/Urano
*Gracias a Ediciones Urano por el libro*
Sinopsis:

Nadie abre los ojos pensando que ese día tendrá que enfrentarse al fin del mundo. Pero, a medida que los pacientes se agolpan en la sala de urgencias del hospital en el que trabaja, Scarlet debe comenzar a aceptar que la plaga europea sobre la que las noticias venían informando ha llegado a Estados Unidos… y que, a partir de ese viernes, ya nada será igual. Es lo mismo que descubre Nathan mientras corre con su hija pequeña por unas calles donde cualquier esquina puede esconder el mordisco que conduzca a una muerte agónica. Y lo que constata Miranda en su huida por carretera camino del refugio donde todos ellos habrán de coincidir: Red Hill. Tras triunfar en la novela romántica con Inevitable desastre, Jamie McGuire nos sorprende con un thriller apocalíptico sobre personas comunes y corrientes que harán lo imposible por sobrevivir mientras todo se desmorona a su alrededor. Por Red Hill corre la sangre… pero también la emoción y la esperanza.

Después de leer “Inevitable Desastre” me quedo claro que Jamie McGuire y yo somos incompatibles, pero si hay algo que puede hacerme olvidar mi “odio” hacia la autora son los zombis.

De verdad que amo obsesivamente a los muertos vivientes (o sea, ¿quién no ama su piel putrefacta? xD), así que le di una tercera oportunidad a la autora y puedo decir que aunque no ha sido lo mejor que he leído sobre zombis, esto sí ha sido lo mejor que he leído de ella. 

Sé que el mundo acabó un viernes. Fue el último día que vi a mis hijas.

El libro está narrado por tres personas: Scarlet, Nathan y Miranda.

Scarlet es una mujer que lucha por encontrar a sus hijas entre los muertos vivientes. Nathan es un padre que quiere poner a salvo a su hija pequeña y Miranda es una chica de 18 que quiere llegar junto a su hermana, novio y amigo a la granja de su padre. 

De los tres narradores el que más me gusto (al menos la primera parte) fue Miranda, pues para ser una chica de 18 años resultó ser más madura que nadie en el libro (insisto, al menos en la primera parte). Y la que menos me gusto fue Scarlet. 

Supongo que debe de ser horrible como madre perder a tus hijas cuando todo se ha ido al carajo, pero había veces en la que Scarlet me ponía los pelos de punta con su terquedad y su egoísmo. 

Hay otros muchos personajes que aparecen a lo largo de la historia, pero sinceramente no le veo motivo para hablar de ellos ya que casi todos me parecieron lo mismo. Todos resultan tener una personalidad muy decidida pero todos caen en algún momento en la bipolaridad (supongo que ya es algo típico de la autora).

-¿Te has hecho daño? –pregunté.
-Si te dijera que me he torcido el tobillo al caer, ¿Me dejarías aquí para que muriera?
-Sí.
-Entonces no, estoy bien.
Sonreí y lo ayudé a ponerse en pie.

Pero a pesar de los personajes, el libro me gusto pues la autora nos empieza a contar la historia desde que el virus solo es un chisme que dicen por ahí y a lo largo de los primeros capítulos vamos a ir viendo como el virus se propaga por todos lados y comienza el caos.

Yo disfruto mucho cuando explican el virus zombi, y la autora detallo muy bien este punto.

Además supo narrar muy bien los hechos, tanto que juro que sentía a veces la tensión del momento y llegaba a desesperarme tanto o más como los personajes.

Sobre el romance de la historia… creo que me hubiese gustado más si no hubiera existido. Seeeh, es el fin del mundo y nadie quiere estar solo, pero sigo sin creer en el amor a primera vista (aunque sea en un apocalipsis zombi).

Si el último año me había enseñado algo era que el fin sólo conducía a una cosa: a otro comienzo.

Y el final… jamás pensé que iba a decir esto pero la autora me sorprendió con ese final. Del cual no voy a decirles absolutamente nada porque creo que es lo mejor del libro.