Título: AlmendraTítulo Original: Almond (아몬드)Saga: AutoconclusivoAutora: Won-pyung SohnEditorial: Océano Gran Travesía/Océano
«Esta historia habla de un monstruo que se encuentra con otro monstruo. Uno de esos monstruos soy yo.»
Yunjae nació con alexitimia, una enfermedad que le impide reconocer y expresar emociones, y que está asociada a un crecimiento inferior de la amígdala cerebral, generalmente del tamaño de una almendra. Su madre soltera y su abuela hacen todo lo posible por ayudarlo a relacionarse con los demás, si bien en la escuela se enfrenta a la intimidación y al rechazo de sus compañeros por su comportamiento indolente. Pero un día ocurre la tragedia: en la tarde de su decimosexto cumpleaños, la madre y la abuela de Yunjae son víctimas de un violento ataque callejero que termina con su abuela muerta y su madre postrada en cama en estado vegetativo. Yunjae tendrá entonces que vivir solo y encargarse de la librería de libros usados de su familia.
Es entonces cuando sucede el inesperado encuentro con Gon, un chico volátil, propenso al mal humor y a las peleas, que ha sufrido una infancia traumática. Ambos son polos opuestos, pero el rechazo que sufren —cada uno por diferentes razones— por una sociedad que no los entiende, hace que pasen de ser enemigos, a cultivar una peculiar amistad.
¿Podrá la relación con Gon, el encuentro con una chica llamada Dora que sólo sueña con correr, y su intervención en una situación de vida o muerte, despertar todas las emociones que Yunjae no había experimentado antes?
Si tuviese que describir este libro en una sola palabra esa sería: PODEROSO. Ya que, pese a sus muy pocas páginas el mensaje que transmite es tan agridulce que no va a dejar indiferente a nadie.
A decir verdad, no podría haberme importado menos. Ni siquiera era capaz de captar las diferencias sutiles en los matices de las palabras. Tanto si yo era normal como si no, me daba igual.
El punto central de esta historia son los sentimientos. Al inicio del libro, para ser precisa nos enfocamos en la falta de estos. De hecho debo mencionar que la narración al inicio me resultó algo confusa pues me parecía demasiado fría y distante, pero al conocer a Yunjae y comprender su forma de ver el mundo entendí que esta narración que no nos hace sentir nada apropósito fue la indicada para que entendiéramos la relación del personaje con su entorno.
Pero aquí lo bonito de este libro, pues aunque la narración resulte desapegada no nos impide sentir. Es más, creo que la distancia que se crea permite que uno como lector comprenda y sienta más los momentos felices y también los tristes porque los vemos desde una perspectiva más racional.
Mamá decía que hacía todo aquello por mi bien y lo llamaba amor. Pero me parecía que lo estábamos haciendo más por su propio anhelo de no tener un hijo diferente. Amor, de acuerdo con sus acciones, no era más que insistir con ojos llorosos por cada detalle, por la forma en la que debía actuar en tal y cual cosa, o en esta y aquella situación. Si eso era amor, hubiera preferido no recibirlo en absoluto.
Por otra parte, tenemos mucha crítica social. Ya saben que soy fan de los dramas coreanos y en estos siempre ha quedado patente que la sociedad coreana tiene un gran problema de bullying y poca empatía hacía los demás. Y en este libro la autora hace una tremenda crítica hacia esa fría sociedad, haciendo que la madre de Yunjae no lo acepte tal cual es y se empeñe a cambiarlo pues no quiere cargar con el estigma de tener un hijo “diferente” porque sabe que la gente nunca va a dejar de señalarlos.
Otro gran acierto de la autora es su narración, la cual resulta en extremo sencilla pero no por ello simplona. En realidad estoy bastante sorprendida porque logró entregar una escritura profunda sin caer en los excesos, lo cual permite que cualquier lector, de cualquier edad, comprenda las reflexiones de su texto.
El doctor Shim tenía razón: ser normal era el camino más complicado. Todos piensan que lo “normal” es fácil y todo eso. Pero ¿cuántos de ellos encajarían realmente en el supuesto camino fácil que implica esa palabra?
Finalmente la cereza de este delicioso pastel almendrado es Yunjae, ya que hace mucho tiempo que no me encontraba con un personaje tan memorable como él. Un personaje que irónicamente es incapaz de sentir nada, pero quien que me hizo sentir demasiadas emociones en muy poco tiempo.
¡Hola! Un gran libro, wow, debo leerlo. Cuando conocí de su existencia no sabía si leerlo porque no era precisamente mi estilo, pero ya veo que vale la pena arriesgarse.
ResponderEliminarBesosss ♥
TEngo muchas ganas de leer esta novela, sobre todo por los temas que toca, así que espero en algún momento conseguirlo, y por lo que mencionas siento que la trama si me llegara en algún punto.
ResponderEliminarSaludos!!