Reseña de manga: Black Bird (tomo 9)

Título: Black Bird
Autora: Kanoko Sakurakouji
Tomo: 9 de 18
(Reseñas de los tomos anteriores)
Publicación: Mensual
Editorial: Panini Manga
*Gracias a Panini por el manga*
Género: Comedia romántica, sobrenatural
Demografía: shojo
Sinopsis:

Luego del certero ataque de Raikoh y su treta para que la sangre de Misao fuera venenosa para el moribundo Kyo, este no tenía más opción que acostarse con su amada, y ahora ¡todos los akayashi en Japón se han enterado del acontecimiento! Y aunque las cosas parecen haberse tranquilizado, ataques de humanos poseídos por ayakashi enemigos empiezan a suceder alrededor de Misao. Alguien trabaja desde las sombras para debilitar al clan tengu, pero ¿quién?

Tras la maldición de Raikoh, Kyo finalmente ha tenido que a costarse con Misao y al reclamar al fruto sagrado sus poderes han crecido de tal manera que los clanes rivales se dan cuenta de lo que ha pasado y comienzan hacer alianzas contra los Tengu.

Misao por su parte está feliz por haber podido ayudar al fin a Kyo pero nota que algo ha cambiado entre ellos por Kyo parece cada día más distante, lo cual la hace dudar de su amor por ella. Lo que ella desconoce, es que Kyo está más enamorado que nunca de ella pero al no saber con certeza que pasará teme volver a intimar con ella por lo cual pone un poco de distancia entre ellos y más aún cuando su propio clan le pide la sangre de Misao para compartir los poderes del fruto sagrado. 

Todo esto hace ver a los demás clanes que Kyo ama a Misao y deciden usar esto en su contra pues si no pueden dañar al Tengu, irán sobre su punto débil, es decir Misao.

En este noveno tomo por fin comenzamos a entender un poco mejor lo que significa ser el fruto sagrado. Ya sabemos que los Ayakashi van tras Misao pues si la logran reclamar para ellos su clan tendrá prosperidad y demás pero a este tomo somos capaces de verlo que eso significa ya que cuando Kyo se acuesta con ella sus poderes crecen sorprendentemente. El problema está en que se está haciendo tan fuerte que todos a su alrededor comienzan a notarlos, en especial su pueblo que le comienza a exigir la sangre de Misao. Obviamente Kyo no está dispuesto a entregar ni un poco de la sangre de Misao pues teme por la chica pero su gente no puede entender porque la protege tanto ya que para todos los Ayakashi, incluyendo los Tengu, Misao es únicamente un objeto del cual beneficiarse. 

Obviamente enterarse de esto fue un golpe para Misao, pues si bien ya sabe que todos andan literalmente tras sus huesitos, pensaba que en algún momento iba a poder formar una vida con Kyo pero ahora resulta que sólo es un medio para llegar a un fin. 

Pero no todo está perdido por ella pues a pesar de todos los prejuicios de sus semejantes, Kyo sí que

la ama y está dispuesto a todo para protegerla y todos sus rivales comienzan a entender que para llegar a cortar las alas les Tengu tienen que llegar por Misao así que los clanes rivales se unen y comienzan a usar humanos como títeres para mandarle un mensaje a Misao. Mensaje que comienza a cavar poco a poco con ella. Este mensaje abre una puerta que hasta ahora estaba cerrada, la pelea entre Ayakashi vs humanos. Creo que hasta ahora la autora no había hecho tan patente la rivalidad entre estas dos especies y de verdad espero que siga explorando este tema.

Finalmente en este tomo tenemos una historia extra que me ha gustado un montón. Trata sobre los trillizos y parte de lo tuvieron que pasar para ser parte de los ocho grandes Tengu. Espero que en los próximos tomos la autora nos cuente más sobre estos pequeños.