Reseña: Estrellas fugaces de Robyn Schneider

Título: Estrellas fugaces
Saga: Libro único
Autor: Robyn Schneider
Editorial: Alfaguara/PRH 
*Gracias a PRH por el libro*
Sinopsis:

Lane, un chico decidido a llegar lejos, siempre ha vivido pensando en el mañana... hasta que le diagnostican una enfermedad incurable. De un día para otro, es ingresado en Latham, un centro para adolescentes en cuarentena.
Allí se reencontrará con Sadie, una chica fascinante y atrevida que sigue ofendida por un desplante que él le dio años atrás (cuando Sadie era una chica más bien aburrida). Ella y sus excéntricos amigos enseñarán a Lane a saltarse las reglas y vivir el momento pero, ¿qué te queda cuando no tienes tiempo?

En Latham, Lane descubrirá el amor, las ganas de vivir, y puede que hasta el milagro de las segundas oportunidades.

Me apuesto lo que quieran que al leer la sinopsis de este libro lo primero que paso por su cabeza fue “Bajo la misma estrella” de John Green y estoy segura de ello porque cuando yo leí el boletín de las novedades de PRH y vi este libro fue justo lo que paso por mi cabeza y por eso fue que ni me llamó la atención ni nada, hasta que la editorial nos envió unas frases del libro y hubo una en particular que

me gustó tanto que supe que tenía que leerlo y de verdad que estaba muy equivocada. 

Quiero decir sí, hay algunas similitudes con “Bajo la misma estrella”, pero este libro cuenta con una historia única que vale la pena ser leída. 

Te diré un secreto: No es lo mismo estar muerto que estar muriéndose. Todos nos estamos muriendo. Algunos durante noventa años y otros durante veinte. Pero cada mañana todos y cada uno de los seres de este planeta despiertan un día más cerca de la muerte. Todos. Así que vivir y morir, en el fondo, son dos formas de definir lo mismo, si te paras a pensarlo.

El libro nos presenta a Lane, un joven que parece que tiene todo totalmente controlado en su vida. Él ya sabe paso por paso que es lo que hará para tener un futuro sin importarle nada si disfruta o no el presente. Pero algo se cruza en su camino y es que es diagnosticado con tuberculosis y tiene que dejar todos sus planes de lado para ser ingresado en Latham, un centro para jóvenes con enfermedades como las de él. 

En este centro encuentra a Sadie, una chica con la que compartió un campamento de verano hace algunos años, la cual le presentara aun variopinto grupo de amigos que le hará ver la vida de otra manera.

Latham era mi Hogwarts, y la protocilina el remedio contra mi magia. Volvería a transformarme en muggle, en una persona normal y corriente que debe preocuparse por los exámenes estandarizados, chicas mezquinas y partes por llegar tarde. 

Si me preguntan qué fue lo que más me gustó del libro, les diré sin dudarlo ni un poquito que los personajes tanto los principales como los secundarios. 

Primero les hablaré de Lane, quien me encanta que no es el típico chico guapo ni cool que abundan en los libros juveniles. Él es un chico lo más normal, un tanto cuadrado pero con un buen corazón.

Por su parte Sadie a pesar de aparentar ser una chica normal, tiene como que un aire de misterio que hace que uno se enganche del personaje.

Después están Charlie, Marian y Nick, los amigos de Sadie quien a mi parecer se han robado completamente el libro ya que estos tres son de esos personajes raros y poco comunes en las historias juveniles. 

En especial tengo que hablarles de Nick, quien con su humor negro y raras ideas me conquistó, además de que era el encargado de nivelar la historia cuando las cosas se ponían demasiado dramáticas.

La vida que uno planea y la que luego acontece son dos cosas distintas.

Sobre la pluma de la autora tengo que decir que quede completamente satisfecha ya que fue capaz de hablarnos de un tema delicado sin caer en lo morboso, sino al contrario fue capaz de entregarnos una historia escrita de una manera delicada y muy lírica, sin andarse por rodeos ni entregarnos cosas a medias. Ella nos muestra adolescentes reales llenos de complejidades que sin duda harán que el lector valore o reflexione sobre la vida.