Vivieron Felices por siempre jamás... (Reseña)

Título: Felices por siempre jamás
Saga: Un beso en París (3/3)
Reseña libro uno: Un beso es París
Reseña libro dos: Lola y el chico de al lado
Autor: Stephanie Perkins
Editorial: Plataforma Neo/Urano
*Gracias a Ediciones Urano por el libro*
Sinopsis:

Enamorarse en la ciudad más romántica del mundo es fácil para la soñadora Isla Martin y el enigmático artista Josh Wasserstein. Pero a medida que avanza el último curso en la School of America de París, Isla y Josh se ven obligados a afrontar la desgarradora realidad, porque, quizá, su historia no acabe con un «felices por siempre jamás».
¿Seguirán juntos cuando los días en el instituto se acaben? ¿Será su amor más fuerte que la distancia? Su romance se convertirá en un apasionante viaje por Nueva York, París y Barcelona, acompañados de sus amigos Anna, Étienne, Lola y Cricket.

No tienen idea lo mucho había esperado por este libro. Los dos primeros de la trilogía (la cual se puede leer por separado sin ningún problema, pues cada libro tiene su propia conclusión) me encantaron y tenía muchas ganas de volver a leer la pluma divertida, tierna y sencilla de Perkins. 

Así que a penas y me llego el libro me puse con él (después de abrazarlo un buen rato) y solo me duro dos días (típico problema de lector, esperar años por un libro para que dure dos días), pero no me arrepiento de nada. 

– Soltar sangre por la nariz, eso sí que es sexy.
Josh hunda la cabeza en las manos y suelta un gemido.
– Aún no puedo creerme que te hiciera eso.
– Me parece que la culpa es de las leyes de la física.
– Y de mi barbilla.

Este tercer libro los protagonistas son Josh e Isla, a los cuales conocimos en “Un beso es París”. En el primer libro es obvio que Isla siente algo por Josh, pero Josh en ese entonces tenía novia y otras cosas en la cabeza. 

Isla lleva enamorada de Josh tres años pero nunca había tenido el valor de acercarse a él. Eso cambia una noche cuando Isla encuentra a Josh es una cafetería y armada de valor (o más bien cargada de pastillitas felices después de su visita al dentista) comienza hablar con él. 

Al regresar a School of America de París (esa escuela muy chula a la que van en París), Isla nota que algo en Josh ha cambiado y por fin su sueño de hace tres años se cumple. 

–Como fuiste tú la que me invitó a salir, tienes que elegir el lugar, ¿sabes?
Garganta. Seca.
Tengo la garganta seca.
Como un desierto.
Josh se coloca de nuevo el boli en la boca y luego vuelve a sacárselo de inmediato.
–Da igual lo que sugieras. –Sonríe de oreja a oreja–. Diré que sí. Obtendrás un sí seguro. Si eso ayuda. 

El inicio del libro me pareció la cosa más linda del mundo. La autora logro meterme tanto en la historia que juro que sentí maripositas en el estómago cada que Isla se encontraba con Josh mirándola. 

De verdad que admiro el talento de Perkins para crear historias sencillas pero memorables. 

A comparación de los dos libros anteriores donde los protagonistas no se declaraban hasta en los últimos capítulos, en “Felices por siempre jamás” el romance avanza muy rápido, pero no por ello es más precipitado. 

Siento que esta vez la autora nos mostró la emoción, el deseo y lo abrumador que puede resultar el primer amor. 

Sobre los personajes tampoco puedo quejarme. Ya le tenía mucho cariño a Josh desde el primer libro por la extraña amistad que tiene con Étienne, pero siempre me molestaba un poco ver que era un vago. 

Pero ahora al saber su historia no puedo hacer más que admirarlo un poco más (y ahora no puedo

decidirme entre Étienne, Cricket o Josh). 

Isla tampoco esta mal, pero el verdadero personaje que me conquisto en este libro fue Kurt, quien es el mejor amigo de Isla. De verdad que quede encantada con este personaje porque había tanto de él por descubrir. Si pudiera pedir un deseo de verdad desearía que la autora le haga su propia historia. 

–Dame la mano.
– ¿Q… qué?
–La mano –repite–. Dámela.
Estiro la temblorosa mano derecha. Y, en un momento que supone la realización de un centenar de sueños, Joshua Wasserstein entrelaza sus dedos con los míos. Una sobrecogedora descarga de energía me recorre las venas. Directa al corazón.
–Eso es –dice–. Llevo mucho tiempo queriendo hacer esto.
No tanto como yo. 

Terminare esta reseña dándole las gracias a la autora por esas escenas finales que me mantuvieron dos días seguidos con una sonrisa boba en el rostro y en estado de anestesia. De verdad que ha sido uno de los mejores finales que he leído.