Reseña de manga: Noragami (Tomo 20)

Título: Noragami
Título original: ノラガミ
Autora: Adachitoka
Tomo: 20 de + (Reseñas de los tomos anteriores)
Publicación: Bimestral
Editorial: Panini Manga
Precio: $99.00
Género: Comedia, sobrenatural, acción
Demografía: Shōnen

~Gracias a Panini por el manga.

Yato le prometió a Hiyori que confrontaría a su padre, así que ya no hay vuelta atrás. Lo primero que necesitará es una shinki lo suficientemente poderosa para herirlo, pero un recipiente lo suficientemente poderoso para sobrevivir un ataque de Chiki, no es tan fácil de encontrar... Yato debe tomar una decisión, pero además tiene que evitar a Bishamon, pues su vida corre peligro... ¿Logrará Yato su cometido? ¡Descúbrelo en el volumen 20 de tu serie Noragami

Milagrosamente Yato ha logrado salir ileso del juicio de los dioses y ha podido rescatar a Yukine y Bishamon, pero al hacerlo comprende que las personas que son importantes para él nunca van a estar a salvo a menos que mate a su padre. Por eso decide dejar atrás a Yukine y a Hiyori y encontrar una nueva arma divina que sea capaz de enfrentarse a su padre.

Yukine y Hiyori por su parte no logran entender la desaparición de Yato, pues aunque todos los demás creen que solo es una de las escapadas normales del dios, ellos saben que está vez es distinta y que si no logran encontrarlo, es posible que jamás vuelvan a ver a este Yato.

¿Por qué a pesar de ser tan crueles los dioses, los humanos los aman?

Después de una pausa (la cual me ha parecido eterna) tenemos por fin el tomo veinte de Noragami. Un tomo que esperaba con muchísimas ansias después del tremendo final del tomo anterior donde vemos a Yato desaparecer. Ahora en este tomo, veremos a Yato tratando de encontrar una nueva arma divina que sea capaz de resistir los embistes de su padre y esa arma resulta ser nada más y nada menos que Kazuma, el recipiente sagrado de Bishamon que después de ver a su ama al borde de la muerte se vuelve un poco loco y con tal de que eso no se repita está dispuesto a sacrificarse. Esto es algo que me ha dejado alucina, pues desde los primeros tomos Kazuma ha dejado claro la repulsión que siente hacia los Nora y ahora, que por voluntad propia haya decidió transformarse en uno me ha dejado ver la magnitud de los sentimientos que tiene por Viina. Además de eso, ahora por fin conocemos su historia, más concretamente su muerte.

Y si esto no los ha dejado lo suficientemente impactados, gracias a un hechizo de Kazuma, Nora queda marcada y se convierte en algo así como un rastreador para que Kazuma pueda localizar al padre de Yato, es por ello que el hechicero se deshace de ella. Cosa que conmociona a la pobre chica quien nunca se ha separado de él, pero lo más sorprendente aquí es que quien la rescata y protege es Yukine. Si, Yukine al que Nora ha intentado volver a matar desde los primeros tomos. Debo decirles que aunque al principio no me lo creía, me ha encantado ver a Yukine hacer eso pues demuestra lo mucho que el chico ha evolucionado y si, ahora no puedo dejar de shippearlo con Nora, sobre todo después de esa bonita escena donde la viste de Capyper 🖤.

¿Qué más puedo decirles de este tomo? Que sigue siendo perfecto al igual que sus antecesores. Las autoras siguen adentrándonos en este mundo donde los dioses no son lo que se dice precisamente buenos y que los humanos somos la viva imagen de ellos. Nos dejan en claro que los dioses no pueden amar igual que los humanos y eso es bastante interesante, sobre todo ahora que Hiyori se dió cuenta de los sentimientos que tiene por Yato.

Solo me queda decir que necesito el tomo 21 ya. El cual para mí desdicha ni se ha publicado ni en Japón. ¡Que Yato-Sama me ayude!