Reseña: Cumbres Borrascosas de Emily Brontë

Título: Cumbres Borrascosas
Saga: Autoconclusivo
Autora: Emily Brontë
Editorial: Austral/Editorial Planeta
*Gracias a Editorial Planeta por el libro*
Sinopsis:

Cumbres borrascosas, la épica historia de Catherine y Heathcliff, situada en los sombríos y desolados páramos de Yorkshire, constituye una asombrosa visión metafísica del destino, la obsesión, la pasión y la venganza. Publicada por primera vez en 1847, un año antes de morir su autora, esta obra rompía por completo con los cánones del «decoro» que la Inglaterra victoriana exigía a toda novela.

Debo comenzar esta reseña diciéndoles que fue lo que me llevó a leer este libro y es que al igual que todos ustedes he escuchado por mucho tiempo de él, incluso en los mismos libros que leía era frecuentemente mencionado, pero no había tenido ninguna intención de leerlo hasta ahora que tuve una fuerte resaca literaria que no me permitía leer nada pues cada libro que tomaba me parecía lo mismo y lo mismo, así que decidí arriesgarme con los clásicos esperando encontrar por fin algo diferente, y de verdad no tienen ni idea de lo feliz que soy por haberme arriesgado pues esta sin duda ha sido una de mis mejores lecturas en mucho tiempo. 

(...) así que nunca sabrá cuánto le amo, y eso no es porque es guapo, Nelly, sino porque tiene más de mí que yo misma. Estén nuestras almas de lo que estén hechas, la suya y la mía son iguales, y la de Linton es tan distinta como la luz de la luna es del rayo y la helada del fuego.

Para aquellos que al igual que yo se han resistido a los encantos de esta novela, les contaré muy por encima de que trata. 

Heathcliff es un niño de origen desconocido que por azares del destino llega a la casa de los Earnshaw donde es tomado bajo la tutela del señor de la casa. Ahí conoce a Catherine, la señorita de la casa, de quien se vuelve inseparable en muy poco tiempo. Ambos niños crecen caprichosos y salvajes y con cada día compartido su afecto crece más y más, pero aunque se aman, Cathy no puede casarse con él pues sería rebajarse socialmente, por lo que prefiere a un heredero, lo que provocará mucho dolor y una sed de venganza que traspasará generaciones.

Aunque él la amara con toda la fuerza de su mezquino ser, no la amaría en ochenta años tanto como yo en un día.

Como dije, este apenas y es un pequeño resumen de toda la complejidad que envuelve a esta historia, por ejemplo, tenemos a unos personajes tremendamente complejos a los cuales es imposible querer, pero a pesar de lo mucho que se puede llegar aborrecerlos al mismo tiempo siempre se va querer más y más de ellos, aunque sólo sea para ver al karma darles su merecido. 

Ahora bien, hablemos de la historia de amor, la cual ha sido la más pasional que he leído pues aquí la emoción y el sentimiento le ganan por mucho a la razón y nuestros personajes se vuelven meros títeres de ellos. 

También debo decir que si bien conocemos a Heathcliff y a Cathy desde pequeños y les vemos crecer con el pasar de las hojas, creo que ambos siguen siendo esos chicos caprichosos, puede que hayan crecido pero en el fondo no son más que dos personas egoístas que con el pretexto del amor son los causantes de su propio sufrimiento.

Otro gran punto a favor de la novela es la maravillosa prosa poética de Brontë. De verdad que no había página donde no nos dejara con frases maravillosas que como bien saben han traspasado la barrera del tiempo. 

Finalmente, lo que a mí personalmente más me ha gustado de la novela es el tipo de narración y es que tenemos a un narrador de testigo mezclado en algunos capítulos con un narrador en primera persona, pero este narrador es un mero observador que en realidad sólo conoce la historia de los personajes principales por meras habladurías, así que tanto Nelly (la narradora testigo) como el señor Lockwood (el narrador en primer persona) son los únicos dos personajes que tienen un poquito de sentido común en esta historia donde todos están desquiciados. Porque si aún no les ha quedado claro, este libro está plagado de personajes que no fueron creados para ser queridos por el lector.

Ahora me demuestras lo cruel que has sido conmigo…, cruel y falsa. ¿Por qué me despreciaste? ¿Por qué traicionaste a tu propio corazón, Cathy? No tengo ni una palabra de consuelo. Te lo mereces. Tú misma te has matado. Sí, puedes besarme y llorar y arrancarme besos y lágrimas: te abrasarán... te condenarán. Tú me amabas, ¿Qué derecho tenías entonces a abandonarme? ¿Qué derecho, respondeme, al pobre capricho que sentías por Linton? Porque ni la miseria, ni la degradación, ni la muerte, nada que Dios o Satanás nos pudiera infligir nos hubiera separado; tú, por tu propia voluntad, lo hiciste. Yo no he roto tu corazón…, tú lo has destrozado y, al hacerlo, has roto el mío. Tanto peor para mí si soy fuerte. ¿Es que quiero vivir? ¿Qué clase de vida será cuando tú?... ¡Oh Dios! ¿Te gustaría vivir con tu alma en la tumba? 

En resumen, Cumbres borrascosas es una lectura imperdible, con personajes únicos que arrastran al lector a su pasional historia, una historia que además no hay que olvidar que fue muy audaz en su tiempo, a tal grado que fue incomprendida por muchos años, pero que ahora se ha convertido en uno de mis libros favoritos.