Reseña: El secreto de Emmaline de Megan Shepherd

Título: El secreto de Emmaline
Saga: Autoconclusivo
Autora: Megan Shepherd
Editorial: RBA/Océano
*Gracias a Editorial Océano por el libro*
Sinopsis:

ME LLAMO EMMALINE Y TENGO UN SECRETO

No voy a contárselo a nadie, ni a Benny, ni a Anna, ni siquiera a la hermana Constance.

Mi secreto se esconde en los espejos que reflejan las elegantes habitaciones que antaño fueron el hogar de una princesa hermosa y que hoy habitamos nosotros.

Pero a ti sí te lo contaré: hay caballos alados que viven en los espejos del hospital Briar Hill.

Diciembre de 1941. Los bombardeos alemanes asolan las ciudades de Inglaterra y muchos niños son evacuados a la campiña. Los más enfermos y traumatizados son trasladados a hospitales especiales. Emmaline es una de esas niñas. Pero ella es diferente, ya que posee algo de lo que carecen los demás. Un secreto que le permitirá encontrar el color en un mundo gris, porque…

SOLO LA MIRADA DE UN NIÑO PUEDE COMBATIR LA OSCURIDAD.

Los bombardeos Alemanes están destruyendo las ciudades de Inglaterra por lo cual se decidió llevar a cabo la Operación Flautista de Hamelin, la cual consiste en evacuar a los niños al campo donde estarán más seguros. 

Entre todos esos niños evacuados, hay algunos enfermos que son llevados a hospitales creados específicamente para ellos donde hermanas se encargan de su cuidado. En uno de estos hospitales se encuentra Emmaline, una chica que asegura que en los espejos del hospital Briar Hill hay caballos alados a los cuales nadie más que ella puede ver. Caballos que la harán ver la belleza en un mundo gris y apagado, que podrán aprueba el valor de la pequeña.

Solo los hombres completos pueden ir a la guerra a combatir contra los alemanes. Pero lo que le falta al doctor Turnes no es un brazo o una pierna, ni siquiera un dedo. Es una parte del corazón. Son la esposa y la hija que perdió a causa de las bombas.

Sé que cada que reseño un libro así siempre se los digo, así que discúlpenme por ser tan repetitiva, pero de verdad me gusta mucho leer libros ambientados la Segunda Guerra Mundial, así que cuando leí la sinopsis de este libro me puse a frotarme las manitas perversamente mientras me lo saboreaba y apenas llegó a mí me puse a leerlo y para sorpresa mía me encontré un bellísimo libro que pese a estar ambientado en este conflicto bélico, no es precisamente en él en el que se centra, sino que más bien la autora decidió mostrarnos un rayito de luz en una de las peores guerras que jamás hemos vivido.

Pero déjenme explicarles un poco, la protagonista de este libro es Emmaline, una pequeña niña que junto a un grupo de chicos está refugiada en Briar Hill, un hospital improvisado donde niños enfermos de tuberculosis son llevados para ser tratados, Emmaline comprende parte de los horrores que se están viviendo por la guerra pero aún es demasiado pequeña para asimilar lo que esta enfermedad les está haciendo a ella y a sus compañeros, ella llama a la enfermedad “aguas estancadas” y es una nimiedad que no le impide vivir aventuras. Una de estas aventuras comienza el día que descubre un caballo blanco alado con una herida en una ala que le impide volar, a partir de este momento la niña se proclama la defensora del caballo y vivirá una aventura extraordinaria. 

Emmaline es sin duda una de esas protagonistas a las que amas desde las primeras hojas pues su inocencia y sus ganas de vivir al máximo son los rayos de luz en esta historia donde todo es gris. Además, ver el mundo a través de sus inocentes ojos ha sido toda una experiencia. 

Además de Emmaline tengo que hablarles de Thomas, un chico de veintipocos años que no ha podido ir a la guerra pues nació sin un brazo, razón por la cual solo es apto para ayudar a las monjas en el hospital. Al inicio del libro Thomas es la representación de monstruo de los niños pero gracias a Emmaline descubriremos a un humano con un hermoso corazón que estoy segura va a gustar a todos. 

Estamos en guerra, Emmaline. Puede que antes fuese divertido inventarse cosas, pero ahora tenemos que madurar. En la guerra no hay niños. Solo adultos.

Pero además de sus increíbles personajes, el gran secreto de este libro es que está muy abierto, es decir que la interpretación de que si lo que está pasando es real o no depende de cada lector. 

En general ha sido una lectura corta pero bellísima, llena de magia que se va a convertir en la favorita de muchos.