Reseña de manga: Noragami (tomo 10)

Título: Noragami
Autora: Adachitoka
Tomo: 10 de 19 (serie abierta)
(Reseñas de los tomos anteriores)
Publicación: Mensual
Editorial: Panini Manga
*Gracias a Panini por el manga*
Género: Comedia, sobrenatural, acción
Demografía: Shōnen
Sinopsis:

Yato logró rescatar a Ebisu del inframundo y de Izanami, pero esto no fue suficiente para salvarle la vida... Y ahora también él está atrapado ahí y no tiene manera de escapar. Yukine y Hiyori deciden ir a buscarlo y arman una misión de rescate, incluso Bishamon decide ir en la búsqueda del dios perdido... Pero, ¿podrán hacerlo? ¿Encontrarán a Yato? ¿Podrán rescatarlo?

Ebisu ha sido eliminado por mandato del cielo pero antes de morir ha pedido a Bishamon que salve a Yato del inframundo y de Izanami. Bisha decide hacer caso al último deseo de Ebisu y entra junto a sus shinki al inframundo a través de un agujero creado por Kofuku, pero al encontrar a Yato las cosas no pintan bien pues a pesar de ser una de los dioses más fuertes no es rival para Izanami. 

Fuera del inframundo Yukine y Hiyori descubren que la única forma de sacar a Yato es convocarlo con su verdadero nombre pero nadie lo conoce. Sólo hasta el último momento, cuando el agujero al inframundo está a punto de cerrarse, Hiyori recuerda algo y con el nombre de Yaboku rescata a Yato. 

En este décimo tomo Adachitoka vino con todo. Primero que todo los explica la verdadera naturaleza protectora de Ebisu y debo decir que pese a que el dios no era de mi agrado, ahora con este Ebisu reencarnado y conociendo lo que lo motivó a experimentar con los Ayakashi, sí que le tengo aprecio, sobre todo con todo ese rollo de Yato haciéndola de "papá". 

Y ya que hablamos de padres, por fin se nos reveló la identidad del padre de Yato, un humano del cual nació Yato al formular un deseo. Debo decir que ya me veía venir quien iba a ser su papá pero lo que no sabía era que era un humano capaz de vivir por años gracias a algo llamado "posesión divina" (si, la misma técnica que Yato usa para robarle el cuerpo a Hiyori). 

También en este tomo conocemos un poco más del pasado de Yato, en concreto lo vemos siendo un niño al lado de Hiro (el verdadero nombre de Nora) matando gente por petición de su padre. Realmente muero de ganas de saber más del pasado de Yato porque cada trocito que las autoras nos dan me hace valorar más y más al dios. 

Finalmente, Adachitoka remata este tomo al contarnos que el padre de Yato es el verdadero maestro hechicero que lo único que hizo fue usar a Ebisu como una cortina de humo para que los dioses se fijarán en el dios y lo dejarán a él trabajar en paz. Ahora tendremos que esperar para saber más de los planes del padre de Yato sobre todo ahora que el dios ha decido abandonarlo a él y a Hiro para ser un dios que ya no traiga calamidad sino felicidad.