Reseña de manga: Black Bird (tomo 3)

Título: Black Bird
Autora: Kanoko Sakurakouji
Tomo: 3 de 18
Publicación: Mensual
Editorial: Panini Manga
*Gracias a Panini por el manga*
Género: Comedia romántica, sobrenatural
Demografía: shojo
Sinopsis:

Para conocer lo que sucederá a Misao Harada, si se convierte en esposa de Kyo, es necesario leer el contenido del Registro del Fruto Sagrado. Es con ese fin que Misao visita voluntariamente el territorio de un clan enemigo, pues cuenta con la protección del collar que le obsequió Kyo. Sin embargo, las intenciones de Shuhei Kuzunoha no parecen del todo claras y Kyo deberá poner un límite definitivo a sus trampas, así como comprobar la voluntad de Misao de formar parte del mundo sobrenatural del que Kyo será líder.

Misao no pudo recuperar sus recuerdos por lo cual no está muy segura del pasado que comparte junto a Kyo pero si está muy segura que quiere permanecer al lado de él pues Kyo la hace sentir segura y amada pero no puede darle el sí definitivo pues ha escuchado las leyendas de las novias

desaparecidas de los Tengu y aunque sabe que quiere a Kyo no está muy segura de querer dejar a su familia y amigos por él. Este pequeño dilema la ha estado torturando tanto que Kyo lo notó y decide que debe hacerse con el Registro del Fruto Sagrado a como dé lugar pues en ese registro está la respuesta que Misao tanto anhela, ¿qué pasará con ella si decide ser la esposa de Kyo? 

El problema está en que el registro está en manos del clan Kitsune, el clan de los zorros quien también tiene sus ojos sobre Misao, por eso el heredero del clan, Kuzunoha aprovecha la oportunidad y miente a Misao para que vaya a su casa con el fin de que pueda leer el registro pero al llegar ella descubre que todo era un plan para atraparla pero los planes del zorro no salen bien pues al llegar Kyo y sus subordinados acepta su derrota hasta que se encuentra con el clan Shirohebi, el clan de las serpientes blancas quienes también quieren hacerse con Misao.

Seguramente al leer ese pequeño resumen habrán notado que todo el mundo anda tras el cuerpecito (literal) de Misao y sip, prácticamente eso pasa a cada rato, cuando no es uno es otro pero a resumidas cuentas Misao es la clásica dama en apuros que además de todo peca de ser demasiado

ingenua, tanto que la autora hasta ha pedido perdón desde el primer tomo por entregarnos a una protagonista tan… pues tan Misao. Creo que hasta este tomo tres no he encontrado nada pero ni un mínimo detalle que me ha agrade de ella sino todo lo contrario, no puedo dejar de fastidiarme con ella. Pero entonces se preguntaran, ¿Por qué sigues leyendo el manga entonces?, y la respuesta es muy pero muy sencilla, por Kyo y los demás Yokai y es que mientras que la autora no nos muestra nada original o valioso en su protagonista si que nos presenta grandes personajes masculinos que salvan completamente su historia.

Personajes que además muestran personalidades diferentes que le dan más colorido a la historia, por ejemplo tenemos a Kuzunoha, el villano de este tomo quien por fuera muestra una personalidad alegre y hasta un tanto simplona pero que detrás de eso esconde una personalidad maligna y oscura. También en este tomo la autora nos presenta a Kensuke, el líder del clan de las serpientes blancas quien a pesar de su frio aspecto es un chico de lo más lindo, torpe y tímido. Ver estos contrastes entre personajes me ha agradado bastante sobre todo cuando relucen más que la hibrida personalidad de Misao.

Otro aspecto que disfruto bastante de este manga y que hasta ahora no había mencionado es el estilo de dibujo de la autora, el cual debo decir que al principio no me agradaba del todo pues se caracteriza dar rasgos afilados a los personajes pero ahora que he avanzado un poco en la historia le estoy agarrando el gusto sobre todo porque he notado que es muy detallista sobre todo cuando se trata de flores las cuales además dan distinto significado a la escena. Es decir, si los personajes están felices pone peonías a su alrededor, si están angustiados los llena de gardenias y así, este detalle a penas lo acabo de notar y realmente encantada.