Había un chico que vivía en un vestidor... (Reseña)

Título: Violet y Finch

Saga: Libro único

Autor: Jennifer Niven

Editorial: Destino/Planteta

*Gracias a Editorial Planeta por el libro*

Sinopsis:

Violet está rota. Finch está roto. ¿Pueden dos mitades rotas reconstruirse? Esta es la historia de una chica que aprende a vivir de un chico que pretende morir; de dos jóvenes que se encuentran y dejan de contar los días para empezar a vivirlos.

Una vez más les traigo una reseña incoherente, pero en mi defensa le echaré toda la culpa al libro pues al leer el título y ver la portada pensaba que iba a encontrar una novela de romance adolescente y ahí voy de confiada y ¡booooom! Que me explota en la cara el maldito. 

Me preguntaste por qué quería hacer esto contigo. Y no es porque estuvieras allá arriba en la cornisa, como yo, aunque eso también forma parte del asunto. No es porque sienta esta extraña responsabilidad de vigilarte, aunque eso también forma parte del asunto. Sino porque me sonreíste aquel día. Una sonrisa de verdad, no esa sonrisa de mierda que ofreces siempre a todo el mundo y en la que tus ojos hacen una cosa mientras tu boca hace otra.

No les contaré de que va el libro porque quiero que sufran como yo sufrí una de las partes que más me gusto del libro fue descubriendo la verdad de nuestros dos personajes principales. 

Solo les diré que tanto Violet como Finch están realmente jodidos. Ambos inician el libro rotos pero conforme el libro va avanzando vamos viendo como uno de los dos va mejorando pero como el otro se queda estancado y va decayendo más y más y más… 

Violet es oxígeno, carbono, hidrógeno, nitrógeno, calcio y fósforo. Los seis elementos de los que todos estamos compuestos, aunque no puedo evitar pensar que es algo más que eso, que posee otros elementos de los que nadie ha oído hablar y que la diferencian de todos los demás. 

La historia me engancho desde el primero momento y el culpable de eso es Finch quien me cautivo con sus excentricidades. Desde el primer momento sabes que Finch no está bien, que hay algo que oculta con sus rarezas pero a pesar de esto no pude evitar quedarme prendada de él y su peculiar forma de ver (o no) la vida. 

Hay otro gran punto que me gusto y me rompió el corazón negro al mismo tiempo, pero por desgracia no puedo decirles de que se trata porque les arruinaría el libro. Solo diré (y luego ya cuando lean el libro entenderán) que me sorprendió mucho que la autora se haya atrevido hablar tan abiertamente de “eso” en un libro juvenil. 

Nunca había leído nada de este tema en ningún libro juvenil y eso, a pesar de que fue un duro golpe para mí ya jodido corazón, se lo agradezco a la autora por atreverse a salirse del molde y

presentarnos algo original. 

Durante gran parte de mi vida me he visto etiquetado. Soy el friki. Soy el bicho raro. Soy el problemático. Inicio peleas. Decepciono a la gente. No hagas enfadar a Finch, hagas lo que hagas. Oh, ahí va ese de nuevo, con unos de sus raros estados de humor. Finch el Melancólico. Finch el Cabreado. Finch el Impredecible. Finch el Loco. Pero yo no soy una compilación de síntomas. No soy la víctima de unos padres de mierda y de una combinación química de más mierda si cabe. No soy un problema. No soy un diagnóstico. No soy una enfermedad. No soy alguien a quien haya que rescatar. Soy una persona. 

Confesaré que al momento de terminar el libro de verdad me sentía desilusionada y hasta cierto punto robada por como término la historia, pero entonces leí la nota de la autora que fue como el broche perfecto para abrir los ojos ante un problema que está muy presente en la juventud y del cual no muchos hablan abiertamente.

¡Jo! He logrado no soltar ningún spoiler, pensé que iba a terminar contando toda la historia pero solo los hago sufrir porque sé que muchos quieren saber que es “eso”. Por favor sufran conmigo xD